La morcilla es un producto muy típico con el que no se suele innovar demasiado. Por eso te proponemos estas tapas originales que, con una presentación sencilla y apetecible, lograrán que nadie pueda resistirse. ¿Os atrevéis a probar estos bombones de morcilla que te harán parecer un auténtico profesional de la cocina?
La morcilla es un producto muy típico que suele presentarse frito y sin demasiados detalles a la hora de emplatarlo o servirlo, pero hasta con los productos más tradicionales se puede innovar y hacer platos diferentes y hasta tapas originales. En esta ocasión vamos a servir la morcilla en pequeñas bolitas bañadas en almendra, y la cosa cambia.Te presentamos un plato muy fácil de cocinar y con el que conseguirás sorprender a cualquier invitado. Los alimentos son fáciles de conseguir y rápidos de cocinar, así que si quieres sorprender con un plato sencillo y diferente, solo tienes que seguir estos pasos. Triunfarás donde vayas.
Ingredientes
- Cebolla
- Morcilla
- Harina
- Huevo
- Almendra
- Aceite
Preparación
1- Pelamos y cortamos la cebolla en media juliana y la cocinamos en una sartén con aceite de oliva. Si tenemos tiempo suficiente, la cebolla se caramelizará sola dejando que esta se poche a fuego lento, ya que contiene azúcares naturales que le dan el dulzor necesario. Si por el contrario andamos escasos de tiempo, podemos añadir azúcar para obtener la caramelización. Una vez cocinada, la apartamos y reservamos para más tarde.
2- Sacamos la morcilla de la tripa y elaboramos las bolitas de masa de morcilla. Para hacer las bolas utilizaremos la cebolla caramelizada previamente.
3- Rebozamos las bolitas con harina, huevo y almendra granillo y ponemos aceite a calentar. Necesitaremos abundante aceite a una temperatura de 170º, 180º.
4- Freímos las bolitas hasta que la almendra se tueste un poco y las retiramos en un plato con papel absorvente para quitar el exceso de aceite. Y listas para servir.
