Un plato rápido y muy sencillo. Experimenta todo el sabor y textura de la alcachofa con esta popular receta de Roma.
Ingredientes (4 personas)
- Alcachofas frescas
- Un limón
- A.O.V.E
- Sal en escamas
- Perejil
Elaboración
1. Exprimir el zumo de limón y agregar a un bol con agua fría junto a un poco de perejil.
2. Limpiar las alcachofas eliminando las hojas exteriores, así como buena parte del tallo.
3. Pelar el tallo y la parte inferior de la flor.
4. Retirar los pelillos del interior con una cuchara, si tuviera.
5. Meter las alcachofas en el bol con agua según estén limpias.
6. Preparar una sartén con tanto aceite como sea necesario para que las alcachofas queden casi cubiertas.
7. Secar las alcachofas para asegurar que no entra agua al aceite.
8. Calentar el aceite y confitar las alcachofas a fuego bajo, hasta que el centro esté tierno (comprobar con la punta de un cuchillo).
9. Sacar las alcachofas y escurrir todo lo posible el aceite. Con cuidado de no romperlas, abrir las hojas para que luego queden abiertas como una flor.
10. Calentar el aceite a 180ºC y freír las alcachofas abiertas, mirando hacia abajo y con el tallo hacia arriba, hasta que las hojas estén crujientes.
11. Pasar a un papel absorbente.
Emplatado
1. Servir las alcachofas acompañar con unas escamas de sal.